
La visión central de la ecoeficiencia se puede resumir en "producir más con menos", utilizando menos recursos naturales (agua y energía) en el proceso productivo, reduciendo los residuos y desechos, y atenuando la contaminación. La meta final de la ecoeficiencia es la elaboración de bienes y la prestación de servicios, a precios competitivos que satisfagan las necesidades humanas y eleven la calidad de vida de la población.
La ecoeficiencia también promueve un eco-diseño integral de tecnología para reducir la intensidad de uso de materiales y energía durante la producción, además de impulsar la reutilización de insumos a través de procesos de reconversión tecnológica y de reciclaje, aumentando la funcionalidad de los productos y su durabilidad.
La ecoeficiencia constituye el medio más adecuado para que las empresas puedan medir su desempeño ambiental y productivo.
La ecoeficiencia debe ser vista como una oportunidad para hacer mejores negocios, abrir nuevos nichos de mercado y cumplir la responsabilidad empresarial hacia el ambiente. Para un empresario convencional, el éxito radica actualmente en la mayor cantidad posible de ventas; para un empresario comprometido con el desarrollo sustentable, el éxito radica en la mayor extensión posible de servicio otorgado, con el menor impacto ambiental posible.
Fuente: http://www.vitalis.net
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